¿Cómo trabajamos el lenguaje según el método Montessori?

La correspondencia grafema - fonema

Progresivamente, y cuando hemos empezado a introducir la caja de sonidos, estamos haciendo que los peques asocien el sonido /k/ con su representación (c). En paralelo y con la misma función, tenemos el material de las letras de lija. Los peques trazan cada letra con los dedos mientras escucha su sonido, integrando así el canal sensorial con el auditivo. La presentación Montessori se hace usando la lección de 3 periodos, pero esta explicación la dejo para otro post. 🤭

La preparación indirecta también es esencial para la preparación de la mano, y en esto juega un gran papel toda la parte de vida práctica: actividades como verter, trasvasar, cortar o usar pinzas fortalecen la motricidad fina, clave para sostener el lápiz más adelante. Para ir practicando el trazo de las letras, pueden usar bandejas de arena, pizarras grandes y diferentes superficies donde poder practicar.

Algo que funciona muy bien, fuera de la secuencia de materiales Montessori como tal, es la correspondencia del sonido con la letra y con un gesto asociado, o la práctica a partir de canciones. En español no sé si hay algún programa que lo incluya -si lo conoces, me encantaría que lo compartieras conmigo-, pero en inglés me gusta mucho trabajar con las Jolly Phonics. Las introducen por grupos, con sonidos muy diferentes en cada grupo para facilitar la adquisición, y trabajando los double sounds al final.

Comienzo de la escritura

Como comenté en este vídeo y en el anterior post, en Montessori la escritura precede a la lectura, aunque ambos procesos terminan pasando casi simultáneamente. Para los peques es más fácil intentar expresar lo que quieren decir que adivinar dentro de un rango infinito de posibilidades lo que otro emisor está tratando de decir. Aparece primero como una forma de expresión libre, sin presión, y siempre vinculada a una necesidad real: escribir su nombre, dejar un mensaje, crear una historia.

Una vez tienen varios sonidos adquiridos y reconocen la correspondencia, podemos comenzar a elaborar palabras fonéticas (en español se recomiendan aquellas que siguen orden de consonante-vocal-consonante-vocal y en inglés las de consonante-vocal-consonante, o CVC words). Para ello, usaremos mayoritariamente el alfabeto móvil, ya que muchas veces están preparados para trabajar en la escritura pero sus manitas todavía no pueden escribir, o les cuesta un esfuerzo muy grande.

Así pues, podemos darles imágenes u objetos en miniatura para que elaboren las palabras. Algunos ejemplos serían: sol, pan, mil, casa, pato, mesa. Se les pueden dar 4-6 tarjetas u objetos y pedir al lado que escriban la palabra buscando las letras. Podemos modelar el primer ejemplo: “¡Vamos a ver cómo escribimos esto! ¿Qué es? ¡Es un sol! Ssssssssssol. Creo que el primer sonido es ‘ssssssss’ (acompañado de gesto). ¿Me ayudas a encontrarlo? Ahora vamos a por el segundo. Sooooooooool. Mmm, creo que después de /s/ viene /o/…”. Así seguiríamos hasta el final y acompañaríamos uno o dos ejemplos más si lo necesitan. Podemos alternar tarjetas o palabras según los fonemas que vamos enseñando. Hoy en día hay muchos materiales de inspiración Montessori con los que poder trabajarlo.

En el sistema inglés, hay unas cajas que siguen la serie rosa (palabras fonéticas), azul (cuando se incorporan dos consonantes juntas) y verde (double sounds o sonidos que no suenan igual que se escriben, como oo, ae, a_e…).

Enlace con la lectura

Según van reconociendo sonidos y siendo capaces de juntarlos, podemos introducir tarjetas de lectura que correspondan a las mismas palabras que son capaces de escribir (c-v-c). Podemos seguir la misma progresión que con la lectura, e introducirlos en paralelo. Cuando reconocen bien las palabras, podemos pasar a frases sencillas y progresivamente a textos cortos, con lo que empezarán a trabajar la comprensión lectora.

Por ejemplo, podemos trabajar con un set de 4-6 imágenes y frases complementarias, como una foto de una mesa y la frase “La mesa es rosa”. Progresivamente, se podría dejar un hueco y que completen la información según lo que ven en la imagen (”La mesa es _____”, y que añadan "rosa” al hacer la correspondencia). De esta manera, vamos comprobando que, aparte de juntar los sonidos, empiezan a entender lo que leen y crean la imagen mental.

Para trabajar las normas ortográficas tanto a la hora de leer como de escribir, en español se pueden usar lo que se llaman sobres ortográficos, que es para introducir poco a poco reglas de nuestro idioma (por ejemplo: la pronunciación de la C cuando se lee al lado de la e, i o cuando se lee seguido de a, o, u).

Gran dilema: ¿Letra ligada o de imprenta? ¿Mayúscula o minúscula?

Aquí “cada maestrillo tiene su librillo”. Para mí, tiene más sentido trabajar con minúsculas e ir introduciendo las mayúsculas cuando toca (para nombres propios, inicios de frase). La lógica detrás simplemente es la frecuencia de uso, pero en muchos colegios deciden presentar todo en mayúsculas porque ven más clara la separación de las letras. Hay algunas editoriales que se adaptan a esto, aunque la mayoría de cuentos están escritos en minúscula. En este caso, te recomiendo seguir el mismo sistema que estén haciendo en el cole de tu peque, para no generar más confusión. Lo mismo si quieres coger un alfabeto o adaptarle material.

Respecto a cursiva o letra de imprenta, ambas tienen sus ventajas y sus inconvenientes. La letra ligada era la típica que nos “obligaban” a hacer de pequeños en clase, hasta que nos hacíamos mayores y podíamos pasar a usar nuestro estilo. Ahora, y más con todas las tecnologías y el uso de tipografías varias, a casi todo lo que nos exponemos en la realidad es letra de imprenta. Por esto mismo, y porque fatiga menos a la hora de escribir, es la que yo escojo usar. Cuando cogen soltura al escribir, les presento la cursiva para que practiquen ambas y decidan en qué momento usar cada una (para decorar títulos en trabajos, escribir textos largos, mandar una carta, etc.). Sin embargo, en casos en los que las rotaciones y la escritura en espejo siguen muy presentes, la cursiva les ayuda a fijarse en la direccionalidad y distinguirlas mejor, ya que algunas letras como la b y la d, o la p y la q, se escriben diferente.

El área del lenguaje les permitirá llegar a muchos otros contenidos, por lo que es muy importante trabajar más adelante recursos de comprensión y expresión oral y escrita. Las tarjetas de tres partes y los pequeños libros con información serán usados en todo el resto de asignaturas. Se cultiva con juegos fonológicos, materiales sensoriales, ambientes ricos en vocabulario y, sobre todo, respeto por el ritmo de cada peque.

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